Fue Itzamná quien creó todo lo que podemos ver en la tierra, la hizo bien bella para los humanos, pero en El Mayab dejó a los mayas que eran los herederos de dicha tierra, les dio todo lo que necesitaban para sembrar y ser muy felices, también dejó a su lado a 3 animales que los cuidarían y estarían rondando este sitio de felicidad.
El día llegó en el que los chilam tuvieron visiones terribles del futuro y le avisaron al hombre maya que tenga cuidado porque vendrían hombres de horrible corazón para llevarse sus tierras. Los mayas preguntaron si finalmente las tendrían y ellos asintieron que así sería. La serpiente dejó de hacer música y solamente la empezó a hacer en el momento de atacar, el venado lloró tanto que se hicieron lagunas donde no las había y desde entonces siempre tiene una mirada triste, mientras que el faisán dejó de volar tanto para que no lo vean en los cielos.
Los chilam también le dijeron al hombre maya que recuperarían sus tierras, pero para esto debían pelear en el momento exacto en donde el faisán se vea con toda su sombra en El Mayab, la serpiente haga una música diferente que se oiga en todas partes sin detenerse y el venado corra tan rápido que recorra todo el lugar en muy poco tiempo.