En esta hacienda guanajuatense de la época colonial,
que destaco por la riqueza y la codicia de sus dueños, se reportan varios hechos anormales: psicofonias de un lamento angustiante, objetos que caen de forma sorpresiva y la sensación general de una “presencia maligna” se dice que, como en otras haciendas, los espectros de los propietarios penan para custodiar lo que les perteneció.