Había una vez un joven príncipe, el cual no le gustaba hacer nada más que estar de perezoso todo el día. Sus
Un día se fue a dormir y antes de hacerlo pidió que el tiempo pasara rápido para que nadie le dijera que hacer. A la mañana siguiente despertó y sobre su cama se encontró una bobina con un hilo de oro. Se levantó y tomo la bobina, en ese momento una voz salió de la bobina y le hablo al principie, quien al principio se asustó mucho
La bobina le dijo que era mágica, su hilo representaba la vida y entre más se soltaba más viejo seria el príncipe. La curiosidad le gano y tomo el hilo y lo jalo, al hacerlo se convirtió en un príncipe más grande, la curiosidad siguió y volvió a tirar para ver como seria de grande, tiro varias veces hasta que al verse al espejo ya era un anciano portando la corona del rey. Se asustó y quiso volver a enrollar el hilo, pero el tiempo no funcionaba así, solo podía transcurrir y no retroceder.