En la calle de acueducto del barrio de la salud, ocurrió un hecho que hasta la fecha marcaría la vida de Jesús Martínez siendo apenas un niño.
– Jesús se quedo solo en una habitación oscura inmóvil esperando que no lo encontrara su amigo, y de pronto de la oscuridad de esa habitación salió un hombre con la piel pálida, vestido con ropas antiguas, el niño se quedo inmóvil de miedo y aún más cuando observo que aquel hombre lo veía con una mirada demoníaca y le decía ¡ven! ¡ven!. Aquel niño no se pudo olvidar de aquella horrible impresión hasta varios días después y hoy en día siendo un hombre maduro no duda en afirmar que su encuentro fue con el mismo demonio.