Se cuenta que antes cuando querían que alguien perdiera la vida, pero no se sabia
si era culpable o no, buscaban los mismos carceleros la excusa para que se lo lleven al cuarto oscuro, ya que en este nadie lo sabia, pero estaba Jack, un amigo de los guardias que en realidad no era más que un alacrán e iba picando a todos los reos que se ponían cerca suyo y así le hacia la vida más fácil a los cuidadores que no tenían que dar ningún tipo de juicio a los bandidos, simplemente los ponían allí durante un tiempo y luego los llevaban en camilla hacia la morgue.