Era Martin Scópoli un hombre de alto rango en la política, tenía cargos más que importantes, pero aun así no pudo evitar que sus ojos tanto como su corazón se fueran detrás de la joven de 20 años que recién llegaba al pueblo, ella tenía belleza sin igual, era la chica más bella que él había visto en la vida y su nombre era Beatriz, hija de Guevara que había llegado al pueblo en el siglo XVI.
Lo más horrible de la relación que había entre Martin Scópoli y Beatriz es que ella se negaba por completo a salir con él, incluso se negaba a enamorarse porque decía que era un hombre muy superficial que solamente la quería por su belleza, además de ser malo porque si algún hombre expresaba su amor por Beatriz, él no dudaría entones en quitarle la vida en solo un momento, así es que nadie podía quererla ni pretenderla sin perder la vida, este era el modo de asegurarse que solamente lo elegiría así.
Cuando Beatriz se cansó del comportamiento de Martín con los hombres que la pretendían, lo que hizo fue poner una olla con metal y carbón hirviendo cerca de su rostro hasta que quedó toda su cara quemada con cicatrices, así entonces había perdido para siempre la belleza que para ella era un castigo más que un don.
La sorpresa llegó cuando Martin Scópoli vio a su enamorada, en ese mismo momento ella pensaría que lo perdería para siempre, pero entonces él le dijo que quería casarse porque la amaba con locura y amaba su interior, no solamente lo que su rostro le daba que era la hermosura, luego de este acto Beatriz tuvo el corazón enternecido por el querer de Martín y aceptó casarse con él, solo que se casó con un velo negro, mientras que antes siempre usaba uno blanco, nadie vio como quedó su cara luego de las cicatrices, así le pusieron la calle de La quemada a donde vivía.