Leyenda del ojo de agua. no de los lugares más populares y conocidos de Orizaba, es
el ojo del agua; hace tiempo, un trabajador de una empresa caminaba solo de regreso a su casa, el trabajador ya había escuchado sobre algunas supuestas apariciones en el lugar del ojo del agua, pero no hizo caso y siguió su camino; mientras caminaba escucho sollozos, eso lo hizo buscar en los árboles y en la oscuridad de dónde venían, y resulta que encontró un niño llorando desconsoladamente el cual le dijo que estaba perdido, pero que si el trabajador lo llevaba a la iglesia de Potrerillo sus padres lo encontrarían, el hombre tuvo que cargar al niño y ya cuando lo hacía en sus brazos el niño le sugirió que por ningún motivo debía voltear hasta no entrar en la primer iglesia del camino.
Dispuesto a hacerlo de esa manera, el trabajador no volteo hacia atrás hasta que comenzó a escuchar unas carcajadas y algunos ruidos extraños, y olvidándose de lo que le dijo al niño de que no voltearía lo hizo, y vio como el niño se convertía en una bestia monstruosa y se decidió a soltarlo rápidamente y correr a la iglesia.
Al entrar el sacristán le dice que cuenta la leyenda que el día que el monstruo logre entrar a la iglesia, el caudal del ojo del agua crecerá tanto que Orizaba quedara cubierta por el caudal de este.