La pobre Madelaine. Eran tiempos difíciles en los que vivía Madelaine, por lo menos en su condición de campesina, ya que por nada en el mundo permitirían que alguien de la nobleza
Una tarde sucedió que el hombre al que la mujer campesina esperaba no concurrió hacia donde habían pactado encontrarse y por casualidad había deshojado aquella vez una flor preguntando si él la quería o ya no la amaba, entonces la respuesta fue que no la amaba, al no concurrir, ella tomó la determinante decisión de arrojarse al vacío. Aún dicen que pueden ver por las orillas del río a una chica que tiene puesto un vestido blanco y que está con una flor en la mano quitándole sus pétalos, cuando le sale que la quiere se pone muy contenta, cuando le sale que no se la nota muy triste porque en vida ella pensó que realmente las flores tenían el poder de adivinar el futuro, no pensaba que solamente se trataba de un juego, nunca sabrá si en verdad él la había dejado de querer o simplemente había tenido un imprevisto para faltar a la cita.