camposantos, y precisamente se nombraba camposanto porque eran en los atrios de los templos y en los mismos templos donde se sepultaban a los muertos, cuando se decreto dijeron que ya no iba a ver campo santos que ya tenían que ser panteones y tenían que estar en un lugar adecuado que los vientos corrieran en contra, que estuvieran lejos de la ciudad que no hubiera ni ríos ni arroyos, para que no se contaminaran. Este decreto se da en 1859 que se da a la tarea y el estado de Durango fue uno de los primeros que encontró el lugar adecuado que fue en este, el panteón de oriente y lo dono don Juan Flores, un señor muy rico que tenía algunos bienes y dono este lugar que mide aproximadamente 28 hectáreas. En 1860 se inauguro el panteón y en 1861 se sepulto el primer muerto y este fue don Roberto Aragón, también en el tiempo de la revolución hubo una enfermedad muy mala que se llamo influenza española y se moría mucha gente llegaron a morir hasta 200 personas al día que ya no había quien las trajera a sepultar que las tenían que traer en carretas y si ya no podían sepultarlas antes del anochecer las dejaban en la capilla.
Dicen que uno de los que ya estaba muerto que se encontraba en la capilla regreso a la vida, por que decían que esta enfermedad a veces les hacia perder sus signos vitales pero no estaban muertos.