Cuentan que sucesos paranormales sucedieron en lo que se conocía comúnmente como el Camino Real que
conectaba a San Diego Cuachayotla y otros poblados con Santiago Mixquitla . Dicen que a mediados del siglo pasado comenzó a escucharse en ese lugar unos ruidos extraños, algunas veces eran gritos de pena y dolor, otros días eran llantos, otros días eran quejidos, nadie sabía que eran esos ruidos ni de donde provenían, pero nadie se atrevía tampoco a circular de noche por aquel camino, Algunas personas preferían dormir en su trabajo para no tener que recorrerlo, otras familias dormían temprano para no escucharlos, pero un día un sacerdote decidió averiguar lo que pasaba, al ir hacia el lugar de origen de los quejidos se encontró con un muñeco con alfileres clavados, entonces le realizó un exorcismo al mismo y luego lo enterró, desde ese día nunca más se escucharon quejidos en el Camino Real.