Una familia feliz y tranquila emprendió un viaje que
Quién sabe si fue por culpa de la oscuridad, no obstante, el cansancio empezaba a hacerse fuerte, y en una curva muy cerrada, el coche se descontroló totalmente, y el coche acabó estrellándose. Todos murieron, nadie se salvó. Desde ese día en el que ocurrió ese trágico suceso, ese tramo está maldito, cada vez cambian los protagonistas, como si fuera el aniversario cada año, ocurre ese mismo accidente.
Según fuentes cercanas que han contado su experiencia, cuentan que cada vez que alguien se acerca por ese tramo, y hay luna llena, acaba estrellando su coche contra un barranco que hay por ahí. Los cuerpos nunca se llegaron a encontrar, y son éstos los que alertan a los conductores de la peligrosidad de la curva, sin embargo, éstos al ver unas sombras acercándose de frente al coche pierden el control total y acaban empotrándose.