según diversos reportes, en la ciudad independiente de Rosenheim, ubicada en el centro del distrito del mismo nombre, en Baviera, Alemania, se registraron ataques de espíritus desconocidos en un significativo episodio de poltergeist. Las manifestaciones fueron múltiples concentradas en la oficina del abogado Sigmund Adam: las maquinas operaban sin intervención humana; las luces se encendían y se apagaban de manera desordenada; los teléfonos sonaban sin que alguien los hubiera marcado; los cajones se abrían y se separaban y las fotocopiadoras procesaban cientos de hojas en blanco. A parte de ruidos frecuentes e inexplicables, se registro el desplazamiento de pesados muebles que hubieran requerido la acción conjunta de varios hombres. Se trato de encontrar alguna explicación racional a los hechos, pero ni la policía, la compañía de electricidad ni la de teléfonos lograron darla. Un equipo de investigadores, que incluyó al parapsicólogo Hans Bender y a dos expertos del prestigiado instituto max Planck, se dedico a indagar la verdad de lo ocurrido y registro la actividad paranormal de la oficina con cámaras y grabadoras; descubrieron que se suscitaban con la presencia de la secretaria Annemarie Schnider, recientemente contratada.
Al entrevistarla ella les revelo que sufría las consecuencias emocionales de una fallida relación amorosa y se le diagnostico neurosis. Se le dieron unos días de vacaciones, durante los cuales la actividad paranormal cesó por completo. Cuando regreso y los fenómenos iniciaron de nuevo, fue despedida de manera definitiva des de su salida no se generaron nuevos episodios de esa naturaleza. Hasta la fecha existen controversias sobre lo que en realidad ocurrió, Mientras algunos investigadores apoyan la explicación paranormal, los mas escépticos sostienen que se trato de un complejo montaje organizado por la propia secretaria con el propósito de llamar la atención; sin embargo ninguno de los testigos que presenciaron los hechos pudo confirmar que la secretaria manipulara la situación. Después de cuatro décadas, el caso de la oficina embrujada sigue inquietando al público.