En Australia, durante el siglo XIX, fueron construidos
Muchos de sus edificios siguen intactos, tal como cuando fusionaba: la morgue, habitaciones con las paredes acojinadas, y también el anfiteatro, donde se llevaban a cabo cirugías como la lobotomía y otras prácticas hoy día repudiadas por la comunidad cinética. Ahí se internaba una variedad de pacientes afligidos por condiciones tan diversas como el autismo o el síndrome de Down, o a personas sujetas al capricho del director, que las internaba de por vida.
Las investigaciones paranormales conducidas en el sitio sostienen que los visitantes experimentan sensaciones inexplicables de angustia; se escuchan murmullos, llantos y susurros, súbitamente atraviesan a lo lejos misteriosas figuras negras o grises, y aparece por ahí una que otra enfermera para pagar las culpas que cometió en vida. El lugar, que a decir de algunos parece abandonado ante un evento apocalíptico, se abre a las visitas interesadas en la historia y lo paranormal.