Hace muchos años, en una aldea asturiana, vivía un labrador,
Clara y su marido vivían como podían, cuando el padre murió, Clara se acercaba a su hermana, para devolverle todos esos favores que le hizo cuando su padre no le dejaba verla. Después de pensar y pensar, no encontraba la manera de recompensarla, sin embargo, en el funeral de su padre, una mariposa se elevó por el aire, un fenómeno un tanto peculiar, que presionaba la cabeza de uno y otro de los esposos, finalmente Inés insistió tanto en que era una especie de señal, que decidieron regalarle su parte de herencia a su hermana y cuñado.
Y así fue, como la mariposa logró hacer que el vínculo entre las 2 parejas se uniera más y más, hasta tal punto de no volver a separarse nunca más.