Se dice que los hombre durante el año 903 estaban siguiendo a una perdiz que a su vez la perseguía
un halcón, una persona llamada San Juan, un devoto cristiano de la época de los templarios habría bajado los peñascos con una soga bien larga para poder así encontrar a la perdiz, pero su escenario se iluminó cuando encontró un sitio de ensueño y en el mismo la imagen de la virgen de la peña, se la llevó rápidamente a una iglesia, a un santuario, él estaba orgulloso de haber encontrado la imagen de la santísima, pero luego de esto es que volvió a aparecer en otro lado.