Hace mucho tiempo, los Huicholes al igual que el resto de
Un día del cielo cayo una bola de fuego, esta impacto sobre unos arboles que rápidamente prendieron fuego, cuando los enemigos de los Huicholes observaron esto rápidamente se lo llevaron y lo protegieron, alimentándolo con árboles para que el fuego no se apagara, así ellos ya no volvieron a pasar frio durante las noches.
Cuando los Huicholes se enteraron quisieron tener fuego ellos también, pero sus enemigos no lo querían compartir. Pensando que los Huicholes mandarían a alguien a robar su preciado fuego, crearon un ejército enorme para protegerlo, así ninguno de los Huicholes mandados a robarlo lo pudo lograr.
Cuando los animales se dieron cuenta de esto, se reunieron para ayudar a los Huicholes, pero de entre todos los animales ninguno fue valiente para aceptar traer el fuego. Después de un tiempo el tlacuache al ver que nadie se ofrecía decidió ir él, todos se burlaron pero el prometió traer el fuego.
Cuando el tlacuache llego se hizo bolita y fingió ser una piedra, durante 7 días estuvo inmóvil, esperando su oportunidad, al séptimo día se dio cuenta que los guardianes del fuego estaban dormidos, aprovechando esto corrió y metió su cola al fuego y salió corriendo a llevarla a los Huicholes. Cuando llego estos estuvieron contentos al igual que el tlacuache, pero lamentablemente el había perdido para siempre el pelo de su cola.