Fue un hombre muy pobre el que tenía lugar para sus lamentos en la calle, sin ayuda de nadie, sin consuelo de personas ni nada similar, ni ropa tenía el señor y así pasaba sus días lleno de vergüenza
sin poder nada al respecto, en una ocasión a él se le ocurrió que podía hablar con el rayo, luego de una tormenta se dio cuenta que tal vez él si lo escucharía si lo invitaba a conversar, hablaron durante largo rato contándole sus desgracias, la tormenta tuvo mucha tristeza de sus pesares y el rayo respondió a su pedido de ropa que él no podía brindársela, pero podía en su lugar darle algo mejor por cuanto sufrió en la vida, le daría 7 colores para que pueda pintarse el cuerpo, de este modo ya no habitaría la tierra, sería entonces parte del cielo y todas las personas lo mirarían con amor porque sabrían que cuando él aparece es cuando la tormenta se va y cuando llega el sol para alumbrarlos como todos los días, entonces sería un ser muy querido para los humanos con su ropa echa con 7 siete colores, así se transformó en el arcoíris que hoy en día conocemos.