La leyenda del Yeti es una de las leyendas de Nepal más significativas y representativas de la región, pues este extraño ser es mundialmente conocido,
La verdad sobre el Yeti debe buscarse desde sus orígenes, es decir que es necesario recorrer la historia de la región para conocer desde cuando existen evidencias de avistamientos con este extraño ser. Inicialmente los Tibetanos incluyeron al Yeti dentro de un catalogo de animales típicos de la región, lo que significa que realmente lo vieron, pues ellos son muy analistas cuando se trata de documentación y no habrían incluido a este ser en sus libros de no ser por contar con evidencia real. Lo curioso del caso es que los Tibetanos actuales poseen en sus templos algunos restos que aseguran pertenecieron a Yetis, por tal motivo es posible ver en sus vitrinas restos de cuero cabelludo, así como también otras reliquias en las que destacan una mano completa. Por otro lado, en la era moderna existen desde 1920 relatos de distintos exploradores que visitaron el Everest y se toparon con enormes huellas que evidencian alguna clase de simio humanoide de proporciones descomunales, incluso algunas fotos borrosas pudieron ser tomadas del espécimen. Con todo la leyenda nos cuenta que se trata de un simio parecido a un orangután, mide más de 2 metros, posee un pelaje blanco y largo, tiene gran musculatura, realiza vida nocturna y según muestras de excrementos hallados en el lugar se alimenta de vegetales, pequeños mamíferos, aves e insectos grandes.