La leyenda del color rojo. Una leyenda de corea de miedo es aquella que se llama “La leyenda del color rojo” Esta historia comienza en una escuela convencional, donde un
joven adolecente se encuentra perdidamente enamorado de su profesora, esta atracción era realmente dañina para el joven que se quedaba toda la clase mirando a su profesora e imaginando los más imposibles escenarios románticos, esto hacia que no prestara realmente ninguna atención a las clases ni a lo que debía aprender, entonces en los exámenes reprobaba siempre de la manera más miserable. La profesora era consciente de los sentimientos del joven y también se daba cuenta de cómo el adolescente se quedaba observándola, esto no solo le incomodaba, sino que también le enfurecía y para lograr que el joven dejara de quererla ella se esforzaba por humillarlo cada vez que reprobaba un nuevo examen, por ejemplo, hacia público cuando el joven se equivocaba en cada una de las respuestas, leyendo los errores en frente de toda la clase, también lo llamaba al frente para que repitiera el tema que se había visto en la última hora, pero el joven siempre respondía todo mal y terminaba humillado por todo el salón. Eventualmente el joven se sintió cada vez peor y terminó por saltar desde la ventana más alta de su casa para acabar con su vida, en la escuela inmediatamente sintieron la falta del joven y al poco tiempo las autoridades informaron a la profesora del triste final, a lo que la misma reaccionó con total indiferencia, lo único que hizo la profesora fue comenzar la clase con toda normalidad y luego tachó el nombre del difunto alumno con una fuerte línea roja. Esa misma tarde la profesora se quedó revisando las evaluaciones hasta tarde, cuando terminó se dispuso a irse a su casa, en el pasillo se encontró a un alumno de espaldas, esto le pareció raro pues ya era de noche así que lo llamó, el joven se dio vuelta y ella se dio cuenta que era el difunto alumno enamorado, solo que ahora tenía una horrible línea roja que le atravesaba la cara, la mujer se desmayó del susto y luego comenzó a repetir esta historia sin parar, una y otra vez, incluso luego de que la llevaron al manicomio continuo relatando esta historia por el resto de sus días.