Agua colorada. Hace muchos años en un pueblo en la costa chica
Los habitantes de ese pueblo estaban acostumbrados a al gran calor que hacía en la región, pero siempre debían de tomar mucha agua para poder soportar el clima, después de años ya estaban hartos de siempre tomar la misma agua de frutas, por lo que decidieron llevar a cabo un concurso para descubrir una flor con la cual se lograr hacer una rica agua para calmar la calor.
El día del concurso todos se encontraban presentes, pero no sabían quién ganaría, los jueces pasaron y probaron todas las diferentes aguas, hasta que llegaron a un agua colorada, cuando la tomaron en ese momento supieron que esa era la ganadora, pero nadie sabía cómo llama aquella agua, después de pensar un nombre, decidieron llamarla Jamaica.
La leyenda de Acatl y Quiahuitl. Antes de la llegada de los españoles, una tribu llamada yope, vivía en la bahía de Acapulco, la vida de sus pobladores era tranquil, hasta que un día fueron atacados por los náhuatl, quienes logran derrotar a los yope y los obligan abandonar sus hogares e ir en busca de otro lugar donde vivir.
Tiempo después también los náhuatl abandonan ese lugar en busca de mejores tierras, pero no sin antes de que la esposa del jefe de los náhuatl dé a luz a un niño al que llamarían Acatl. Años después, cuando Acatl ya era un hombre, comenzó su búsqueda para encontrar una esposa, esta búsqueda lo llevo a la tribu yepe, donde se enamoró de la hija del jefe, Quiahuitl, pero cuando el jefe se enteró de quien era el padre de Acatl, rechazo la unión y Acatl comenzó su viaje de regreso a su pueblo. El jefe de la tribu yope lanzo un conjuro con el cual Acatl se convirtió en lado, cuando el dios de los nahuatl Quetzalcóatl se enteró de esto, fue furioso convertido en nube a la tribu yope y la destruyo, llevándose consigo a Quiahuitl para que estuviera junto con Acatl.