El castigo a la vanidad. Hubo un rey que era muy presumido y vanidoso, un tiempo el sol y la luna se
taparon la cara para poder descansar y allí fue que en la tierra había oscuridad, sin embargo pronto volverían las cosas a la normalidad, sin embargo este rey decía que tenía tantas joyas y tanto oro que él mismo podría alumbrar el mundo por todas riquezas que poseía y se creía así más que los dioses, un día para demostrar lo que decía se subió a un árbol demasiado alto y comió de un fruto que estaba allí, entonces los dioses en modo de castigo lo tiraron del árbol y se encontró luego en el suelo todo castigado y sucio.