Cuenta la leyenda del puente del diablo, que hace muchos años por ese mismo lugar pasaba siempre un hombre
solitario que necesitaba realizar ese trayecto que iba desde su casa a hasta su campo de maíz, el camino obligaba al hombre a atravesar el bravo rio, por lo que un día, maldiciendo su suerte el hombre exclamó “Vendería mi alma al diablo, con tal que aquí halla un puente”, al instante apareció un hombre misterioso, presentándose a sí mismo como el diablo, le dijo que podría construirle el puente de piedra en tan solo un día, le propuso un trato, le dijo que si podría construir el puente antes de que el primer gallo cantara se llevaría su alma, si no llegaba a tiempo, se iría sin cobrar nada. El hombre aceptó pensando que no podría llevar a cabo la tarea tan rápido, pero al ver a velocidad del diablo se asustó tanto que se fue a su casa muy nervioso, al llegar su esposa lo vio nervioso y le pregunto que le pasaba, el le conto apesadumbrado lo que había ocurrido y ella lo resolvió al inste, diciéndole que se quedara tranquilo, que el diablo no se llevaría nada. Entonces la mujer fuer cerca de donde estaba contrayéndose el puente, empezó a apisonar el suelo y empezó a cantar como gallo, las gallinas cercanas al oírla también empezaron a cantar, el diablo oyó los cantos y desapareció al instante, nunca más volvió y no cobro su alma.